El mechón de cabello.

Agliulfo va a la casa donde duermen sus criados y por las palpitaciones en el pecho descubre quien es el traidor, sin embargo para no tener que dar explicaciones le corto un mechón de cabello a fin de identificarlo el día siguiente.
Como el palafrenero era muy astuto, aprovecha el sueño de sus compañeros para cortarles el cabello de igual forma, así cuando el rey ve a todos los criados con la misma marca decide perdonar la traición advirtiendo que no se haga de nuevo, sin dar mas explicaciones para no manchar el honor suyo ni el de su reina Tendelinga. 

Agliulfo no pierde la calma cuando su reina le dice que a regresado al lecho muy pronto, ni cuando descubre al traidor, el espera ganar tiempo para evitar el escandalo, solo que no contempla la astucia del embustero, quien banaliza la marca del corte del mechón para proteger su vida. El palafrenero vivía obsesionado con la belleza de la reina a quien servía, mientras su traición radica en mancillar la honra del soberano que lo alberga en palacio.

El rey ante la burla puede reaccionar con gravedad, el palafrenero para hacerse con la reina en el lecho y después ocultar su identidad. El rey plantea su venganza para no ridiculizarse ante la servidumbre, y no castigar inocentes.

Al final del cuento todo se resuelve por la paz y armonía, el rey evita el escandalo y el exceso de venganza.

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