Apolo y Dafne




Apolo y Dafne


1. Apolo: Fue un importante dios griego asociado con el arco, la música y la adivinación. Epítome de la juventud y la belleza, fuente de vida y curación, mecenas de las artes y tan brillante y poderoso como el mismo sol, Apolo fue posiblemente, el más amado de todos los dioses.

Dafne: En la mitología griega Dafne era una dríade (ninfa de los árboles), hija del dios río Ladón de Arcadia con Gea o del dios río Peneo de Tesalia con Creúsa, una ninfa de las aguas que además era sacerdotisa de Gea.

Un día se atrevió a reírse de Eros, más conocido como Cupido, que se encontraba practicando con su arco. Éste, al sentirse humillado por el arrogante dios, decidió darle una lección. Cuando Apolo se encontraba en el bosque cazando, vio a lo lejos una hermosa joven llamada Dafne, que en realidad era una ninfa.

Eros decidió aprovechar el momento y disparó dos flechas. La que disparó a Apolo era de oro, lo que producía un apasionado amor. Sin embargo, a Dafne le disparó una flecha de plomo, cuyo efecto era exactamente el contrario, sentir odio y repulsión hacia el dios que se había enamorado de ella.

Apolo entonces decidió perseguir a Dafne allá donde fuera hasta conseguir su amor, pero Dafne, bajo los efectos de la flecha de plomo, huía como podía de él. Al llegar al río Peneo, Dafne, cansada de tanta huida y justo cuando ya Apolo lograba alcanzarla, pidió ayuda a su padre, que no era otro que el dios del río. Éste, teniendo compasión por su hija, decidió hacer lo único que podía salvarla: la convirtió en un árbol, el laurel.

Cuando Apolo al fin la alcanzaba, vio cómo los miembros de su amada iban quedándose rígidos, sus brazos se convertían en ramas, sus pies echaban raíces y sus cabellos se iban convirtiendo poco a poco en hojas hasta que su cabeza se convirtió en la copa de un precioso árbol.


2. Aparece recogido en textos de varios autores clásicos. Como señala María Dolores Castro Jiménez, en Partenio de Nicea y Pausanias encontramos fundidas en una sola las historias de Apolo y Dafne. Otras fuentes destacadas son Higinio en su fabula 203 y Partenio en sus eróticas ofreciendo algunas variaciones, aunque el autor decisivo para la transmisión posterior del mito es sin duda Ovidio con sus Metamorfosis.


3. Pinturas



Libros

Ópera de Haendel




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